Post 54: como una proteína modela la cultura 🍣

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Eres lo que comes y lo que comieron tus ancestros

En biología para intentar explicar las cosas es necesario conocer su historia. Por eso cualquier objeto biológico es “materia, con historia”, lo cual significa que no basta con solo conocer su física para entenderlos. Y el siguiente es un gran ejemplo.

En Japón las algas tienen una importancia cultural enorme. Hace siglos eran una especie de moneda y se usan en una gran variedad de platillos, similar a al maíz o el cacao en las culturas prehispánicas de LATAM.

Para degradar las células de plantas y algas se necesita de unas enzimas especializadas en carbohidratos conocidas como “CAZymas”. Sin embargo, nosotros tenemos un número limitado de CAZymas, mientras que las bacterias de nuestros intestinos tienen un repertorio mucho más diverso. En plantas los carbohidratos más comunes son la celulosa, almidón o fructosa, por mencionar algunos. Por el contrario, los carbohidratos de algas son distintos debido a que suelen tener azufre en su estructura. Por lo que las CAZymas para degradar algas y plantas son distintas, y si tus bacterias no las tienen, te indigestas.

Zobellia galactanivorans es una bacteria asociada a las algas en el mar, y para poder consumirlas usa CAZymas como porfiranasas (por ejemplo, PorA y PorB) y agarasas. Esta bacteria es muy importante pues mediante análisis genéticos se detectó que en algún punto de la historia transfirió dichas CAZymas a una bacteria nativa de nuestros intestinos llamada Bacteroides plebeius. Y aunque en general todos tenemos a Bacteroides plebeius en nuestros intestinos, los japoneses tienen una versión de esta bacteria con las porfiranasas y agarasas para degradar las algas, mientras que si buscamos en las bacterias de personas de norte America no las encontramos.

Tiempo después se detectó que Bacteroides plebeius es de lad bacterias con mayor transmisibilidad entre las personas. Siendo la interacción entre madre e hijo la más importante y que transmite la mayor cantidad de microbios entre individuos, seguido por otras interacciones como el compartir hogar o vecindario. Así que probablemente la capacidad de los japoneses para comer sushi sin indigestarse se debe a la transmisión de Bacteroides plebeius de madre a hijo durante sus primeros años de vida y a lo largo de muchas generaciones.

Coman frutas y verduras.

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